sábado, 13 de octubre de 2018

Emergencias Neurológicas





Programa Internacional de Desarrollo en Medicina de Emergencias
Diplomado en Aeromedicina y Cuidados Críticos del Paciente
Quinta Generación


Emergencias Neurológicas: Medicamentos Psicotrópicos


Profesor Titular:
 Jaime Charfen Hinojosa, BS, NR-P, CCEMT-P, FP-C.


Coordinador Académico:
L.E. Ricardo Rangel Chávez


TAMP. Alondra Alemán Ríos

Octubre de 2018




EMERGENCIAS NEUROLÓGICAS: MEDICAMENTOS PSICOTRÓPICOS



MEDICAMENTO


INDICACIONES

FARMACOCINÉTICA

FARMACODINAMIA

DOSIS

CONTRAINDICACIONES

EFECTOS SECUNDARIOS




Anfetamina
(Lisdexanfetamina)








Tratamiento integral para el trastorno por déficit de atención hiperactividad (TDAH) en niños a partir de 6 años, cuando la respuesta al tratamiento previo con metilfenidato se considere clínicamente inadecuada.

Tras la administración oral, lisdexanfetamina se absorbe y se hidroliza en dexanfetamina, que es responsable de la actividad del fármaco. Amina simpaticomimética no catecolamina con actividad de estimulación del SNC.

No se conoce totalmente, se piensa que se debe a su capacidad de bloquear la reabsorción de norepinefrina y dopamina en la neurona presináptica y aumentar la liberación de estas monoaminas en el espacio extraneuronal.


Dosis inicial: 30 mg/día. Aumentar en incrementos de 20 mg a intervalos de una semana.

Dosis máxima: 70 mg/día.

Hipersensibilidad a las aminas simpaticomiméticas, hipertiroidismo o tirotoxicosis, estados de agitación, enfermedad cardiovascular sintomática, arteriosclerosis avanzada, HTA moderada o grave; glaucoma.

Disminución del apetito; insomnio; cefalea, mareo; disminución de peso; boca seca, diarrea, estreñimiento, dolor en la parte superior abdominal, náusea; irritabilidad, fatiga.











Carbamazepina

Crisis epilépticas parciales con sintomatología compleja o simple con o sin generalización secundaria; crisis epilépticas tonicoclónicas generalizadas; epilepsias con crisis epilépticas mixtas.







Induce su propio metabolismo, la vida media también es variable. La autoinducción se completa después de 3 a 5 semanas de un régimen con dosis fijo. Los valores iniciales de la vida media varían entre 25 a 65 horas, disminuyendo hasta 12 a 17 horas con dosis repetidas.
Se metaboliza en el hígado. 72% de la radiactividad administrada y 28% en las heces.

Atraviesa rápidamente la placenta (30 a 60 mi­nu­tos) y el fármaco se acumula en tejidos fetales, encontrándose los niveles más altos en hígado y riñones, que en cerebro y pulmones.

Reduce la liberación de glutamato, estabiliza las membranas neuronales y deprime el recambio de

dopamina y noradrenalina.


Oral, adultos: inicial 100-200 mg 1 ó 2 veces/día; aumentar lentamente hasta 400 mg 2 ó 3 veces/día.

 Oral, niños: < 4 años, inicial 20-60 mg/día aumentándola de 20-60 mg cada 2 días;

Hipersensibilidad a carbamazepina y fármacos estructuralmente relacionados (ej., antidepresivos tricíclicos). Bloqueo auriculoventricular, antecedentes de depresión de médula ósea o de porfirias hepáticas (p.ej. porfiria aguda intermitente, variegata, cutánea tardía). Tx con IMAO o en las 2 semanas posteriores.

Mareo, ataxia, somnolencia, fatiga, cefalea, diplopía, trastornos de la acomodación, reacciones cutáneas alérgicas, urticaria, leucopenia, eosinofilia, trombocitopenia, aumento de gamma-GT y fosfatasa alcalina, náusea, vómito, boca seca, edema, aumento de peso, hiponatremia, reducción de osmolalidad plasmática.










Clonazepam










Epilepsias del lactante y niño: pequeño mal típico o atípico y crisis tónico-clónicas generalizadas, primarias o secundarias.

Epilepsias del adulto, crisis focales, status epiléptico.

Se absorbe con relativa lentitud, su biodisponibilidad es del 82-98%, su concentración plasmática máxima es de 3-12 horas. El tiempo para que aparezca la acción tras la administración oral es de 20-60 minutos con una duración de la misma de 6-8 horas en niños y hasta 12 horas en los adultos.
El grado de unión a proteínas plasmáticas es de 86%. Se metaboliza en su mayoría en el hígado, a través de oxidación e hidroxilación se han identificado 5 metabo­litos, se elimina en su mayoría en la orina. Sólo una pequeña porción es excretada en forma inalterada.


Sus efectos se deben a la inhibición posináptica mediada por GABA.

Las concentraciones más elevadas se encuentran en el cerebro, pulmones, y otros tejidos muy irrigados.

Oral, lactantes y niños ≤ 10 años (o 30 kg): inicial, 0,01-0,03 mg/kg/día en 2-3 tomas.
Oral, niños 10-16 años: inicial, 1-1,5 mg/día en 2-3 tomas.
Oral, adultos: inicial, máx. 1,5 mg/día en 3 tomas.
Vía IV (status epiléptico): 0,5 mg (lactantes y niños) o 1 mg (adultos) en inyección lenta o infusión lenta.



Hipersensibilidad, fármaco o drogodependencia, dependencia alcohólica, miastenia grave, insuficiencia respiratoria grave.

Cansancio, somnolencia, astenia, hipotonía o debilidad muscular, mareo, ataxia, reflejos lentos.

Disminución de concentración, inquietud, confusión, amnesia anterógrada, depresión, excitabilidad, hostilidad. Depresión respiratoria, sobre todo vía IV.







Clorpromazina









Agitación psicomotriz: psicosis aguda, crisis maniaca, acceso delirante, síndrome confusional; proceso psicogeriátrico.

Proceso psicótico: esquizofrenia, síndrome delirante crónico. Cura de sueño.
Atraviesa la barrera placentaria y se excreta mediante la leche materna.

Después de su ministración oral solo el 32% permanece en la circulación sistémica, debido a un metabolismo hepático de primer paso. Después de administraciones repetidas la biodisponibilidad se reduce hasta el 20%.
La semivida es de 16 a 30 horas produciendo un gran número de metabolitos.
Sedante, antipsicótico, antiemético y tranquilizante.


Adultos oral: 75-150 mg/24 h, repartido en 3 tomas.

Niños, oral o IV/IM: 1- 5 años: 1 mg/kg/día.

IV/IM: 25-50 mg varias veces al día, máx. 150 mg/día.


Hipersensibilidad a fenotiazinas, niños < 1 año, coma barbitúrico y etílico, riesgo de glaucoma de ángulo agudo o de retención urinaria ligada a problemas uretroprostáticos; agentes dopaminérgicos; antecedentes de agranulocitosis; lactancia; citalopram, escitalopram.

Hiperprolactinemia, amenorrea; aumento de peso, intolerancia a la glucosa; ansiedad; sedación, somnolencia, discinesia, acatisia, excitación motora; hipertonía, convulsión; prolongación del intervalo QT; hipotensión ortostática; sequedad de boca, estreñimiento

















Diazepam

Supresión sintomática de ansiedad, agitación y tensión psíquica por estados psiconeuróticos y trastornos situacionales transitorios.

Sedación previa a intervenciones diagnósticas, quirúrgicas y endoscopias.


Coadyuvante en dolor musculoesquelético por espasmos o patología local. Espasticidad por parálisis cerebral y paraplejía, atetosis y síndrome de rigidez generalizada.


Coadyuvante en terapia anticonvulsiva

Status epilepticus



Se absorbe rápidamente por el tubo digestivo, la concentra­ción plasmática llega al máximo en 30 a 90 minutos después de la toma oral. DIAZEPAM se une a las proteínas del plasma en 98%. El meta­bolismo de sufre un proceso de dimetilación y oxidación (hidroxilación), para transformarse en nordiazepam, sustancia farmacológica activa, posteriormente en hidroxidiazepam y por último en oxazepam. La eliminación de la curva de tiempo de concentración plasmática de DIAZEPAM es bifásica, una fase de distribución lenta con una vida media de eliminación de 3 horas, siendo seguida por una fase terminal de eliminación prolongada (vida 20-50 horas).

Es eliminado principalmente por la orina (70%).

La biodisponibilidad es bastante elevada, acercándose al 100%.

Facilita la unión del GABA a su receptor y aumenta su actividad. Actúa sobre el sistema límbico, tálamo e hipotálamo. No produce acción de bloqueo del SNA periférico ni efectos secundarios extrapiramidales. Acción prolongada.


(por orden de indicación médica)

Oral adultos: 2-10 mg 2-4 veces/día. Niños > 6 meses: 0,1-0,3 mg/kg/día.

Parenteral IV adultos: 10-30 mg. Niños: 0,1-0,2 mg/kg.

Oral adultos: 2-10 mg, 2 ó 4 veces/día. Niños > 6 meses: 0,1-0,3 mg/kg/día.

Oral adultos: 2-10 mg, 2 ó 4 veces/día. Niños > 6 meses: 0,1-0,3 mg/kg/día.

Parenteral: 0,15-0,25 mg/kg IV repetidos con intervalos de 10-15 min, si es necesario. Dosis máxima: 3 mg/kg/día.


Hipersensibilidad a benzodiacepinas o dependencias de otras sustancias, incluido el alcohol (excepto tx de reacciones agudas de abstinencia), miastenia gravis, síndrome de apnea del sueño, insuficiencia respiratoria severa, I.H. severa, glaucoma de ángulo cerrado (rectal, oral), hipercapnia crónica severa (oral).

Somnolencia, embotamiento afectivo, reducción del estado de alerta, confusión, fatiga, cefalea, mareo, debilidad muscular, ataxia o diplopía, amnesia, depresión, reacciones psiquiátricas y paradójicas; depresión respiratoria.









Fentermina










Anorexigénico, coadyuvante en el tx de la obesidad exógena, asociado a un régimen dietético hipocalórico y de ejercicio.
Después de la administración oral de 15 mg las máximas concentraciones plasmáticas 49.1 ng/mL se alcanzan a las 6 horas. El área bajo la curva AUC es de 2000 ng*h/mL. Se une en un 17.5% a las proteínas del plasma.
Se metaboliza por p-hidroxilación del anillo aromático y por N-oxidación de la cadena lateral alifática. La isoenzima CYP 3A4 del citocromo P450 interviene en el metabolismo de la fentermina aunque no parece demasiado activa.


Estimulante central e isómero de la meta-anfetamina. Estimula a las neuronas para que liberen catecolaminas, entre los que están la dopamina, la epinefrina y la norepinefrina. La actividad de supresión del apetito de estos compuestos se debe a su acción sobre el SNC.

Oral adultos y niños mayores de 12 años: 1 dosis entre 15 y 30 mg /día (administra 30-50 min antes del alimento, última toma antes de las 19:00h) máximo por 12 semanas de duración.


Administración conjunta o durante 14 días después de la administración de IMAO puede producir crisis hipertensivas; medio para superar la somnolencia o el estado de alerta; personas con anorexia, insomnio, astenia, personalidad psicótica, embarazo y lactancia; ancianos; niños menores de 12 años.

Discinesia; visión borrosa; insomnio; sequedad de la boca; palpitaciones; taquicardias; nerviosismo; euforia; náuseas.


















Flumazenil









En adultos: corrección completa o parcial del efecto sedante central de benzodiazepinas.

Uso hospitalario:
En anestesia: terminación anestesia general inducida y mantenida. Corrección de sedación por benzodiazepinas en procedimientos diagnósticos y terapéuticos cortos en régimen hospitalario o ambulatorio.

En cuidados intensivos: corrección específica de los efectos centrales de las benzodiazepinas, con el fin de restablecer la respiración espontánea.
 
En niños < 1 años: reversión de la sedación consciente inducida con benzodiazepinas.
El medicamento se introduce rápidamente en el cerebro con un inicio de acción de 1-2 minutos. Las concentraciones máximas son proporcionales a la dosis y ocurren 1-3 minutos después de su administración. La unión a proteínas es de aproximadamente 50% y disminuye en pacientes con insuficiencia hepática.
La semivida inicial es de 7-15 minutos, con una semivida de 20-30 minutos en el cerebro. La semivida terminal es de 41 a 79 minutos. La disfunción hepática grave reduce aclaramiento a aproximadamente un 25% de lo normal y prolonga la vida media. La semivida puede aumentar desde 1 hora aproximadamente en pacientes con función hepática normal hasta 2,4 horas en pacientes con disfunción hepática grave.

Antagonista omega de benzodiazepinas, produce el bloqueo específico por inhibición competitiva de los efectos ejercidos en SNC por sustancias que actúan a través de receptores benzodiazepínicos.

En anestesia IV: 0,2 mg en 15 seg.  Si no se obtiene grado deseado de consciencia en 60 seg, inyectar 0,1 mg. Repetir si es necesario cada 60 seg, máx. 1 mg. Dosis habitual: 0,3-0,6 mg.

En UCI y en diagnóstico de inconsciencia de origen desconocido IV: 0,3 mg. Si en 60 seg no obtiene grado deseado de consciencia inyectar 0,1 mg, repetir si necesario cada 60 seg, máx. 2 mg. Si reaparece somnolencia: infusión IV de 0,1-0,4 mg/h.
Niños > 1 año para revertir la sedación central, IV: 0,01 mg/kg (máx. 0,2 mg) durante 15 seg.













Hipersensibilidad; pacientes reciben benzodiazepinas para el control de una afección que puede poner en peligro su vida (p. ej. control de la presión intracraneal o estado epiléptico).




Reacciones alérgicas; inestabilidad emocional, insomnio, somnolencia; vértigo, cefalea, agitación, temblores, boca seca, hiperventilación, trastorno del habla, parestesia; diplopía, estrabismo, aumento del lagrimeo; hipotensión, hipotensión ortostática; náuseas y vómitos durante su uso posoperatorio (particularmente si se han usado opiáceos), hipo; sudoración; fatiga, dolor en la zona de inyección.













Haloperidol




Delirios y alucinaciones en: esquizofrenia aguda y crónica, paranoia, confusión aguda, alcoholismo (síndrome de Korsakoff)

Delirio hipocondríaco.
-Trastornos de la personalidad: paranoide, esquizoide, esquizotípica, antisocial, límite y otras personalidades.

En el tratamiento de la agitación psicomotriz en:
- Manía, demencia, retraso mental, alcoholismo.-
- Trastornos de la personalidad: obsesivo-compulsiva, paranoide, histriónica y otras personalidades.






Los niveles plasmáticos pico se presentan 20 minutos después de la aplicación intramuscular.

La vida media plasmática de (eliminación terminal) es de 21 horas (rango: 13-36) después de la administración intramuscular.

La unión a proteínas plasmáticas es de 92%. La excreción ocurre en las heces (60%) y en la orina (40%).


Neuroléptico perteneciente a la familia de las butirofenonas. Es un potente antagonista de los receptores dopaminérgicos cerebrales, y por consiguiente, está clasificado entre los neurolépticos de gran potencia. Haloperidol no posee actividad antihistamínica ni anticolinérgica.


(por orden de indicación médica)

5-10 mg por vía IM, repetir cada hora control de los síntomas, máx. 60 mg/día. Vía oral se necesitará prácticamente el doble de la dosis antes mencionada.

Oral: 1-3 mg 3 veces/día, aumentar hasta 10-20 mg 3 veces/día, en función de la respuesta.

 IM: 5-10 mg.









Hipersensibilidad al haloperidol, estado comatoso, depresión del SNC producida por el alcohol u otros medicamentos depresores, enfermedad de Parkinson, lesión de los ganglios basales.

Agitación, insomnio; depresión, trastorno psicótico; trastorno extrapiramidal, hipercinesia, cefalea, discinesia tardía, crisis oculogíricas, distonía, discinesia, acatisia, bradicinesia, hipocinesia, hipertonía, somnolencia, fascies parkinsoniana, temblor, mareo; deterioro visual; hipotensión ortostática, hipotensión; estreñimiento, boca seca, hipersecreción salival, náuseas, vómitos; prueba anormal de función hepática, erupción; retención urinaria; disfunción eréctil; peso aumentado, peso disminuido.





Ketamina








Como anestésico en intervenciones diagnósticas y quirúrgicas que no requieran relajación muscular. Inducción de anestesia anterior a la administración de otros agentes anestésicos generales.

Ketamina también está indicada para complementar a otros agentes anestésicos de menor potencia como el óxido nitroso.

Se metaboliza en el hígado muy rápidamente, es eliminado en su mayoría a través de la orina.



Produce sedación, inmovilidad, amnesia y marcada analgesia. El estado anestésico producido por ketamina ha sido denominado anestesia disociativa debido a que interrumpe, de forma selectiva, las vías de asociación cerebral antes de producir el bloqueo sensorial somestésico. La ketamina puede deprimir selectivamente el sistema tálamo-neocortical antes de bloquear significativamente los sistemas límbico y reticular activador.


IV: 1-4,5 mg/kg. Dosis media para producir de 5-10 min de anestesia quirúrgica: 2 mg/kg, iniciándose el efecto a los 30 seg de la inyección.

IM: 6,5-13 mg/kg. La dosis de 10 mg/kg produce de 12- 25 min de anestesia quirúrgica.
Mantenimiento de la anestesia general.


Hipersensibilidad a ketamina, pacientes en los que supone peligro la elevación de la presión sanguínea.
 Eclampsia, preeclampsia.

Alucinaciones, sueños anormales, pesadillas, confusión, agitación, comportamiento anormal; nistagmos, hipertonía, movimientos clónicos tónicos, diplopía; aumento de la tensión arterial, aumento de la frecuencia cardiaca; aumento de la frecuencia respiratoria; náuseas, vómitos; eritema, erupción morbiliforme.






Naloxona



Reversión total o parcial de la depresión del SNC y especialmente la depresión respiratoria causada por opiáceos naturales o sintéticos.

Reversión de la depresión respiratoria y de la depresión del SNC en el recién nacido cuya madre ha recibido opiáceos.

Inicio de acción entre 1 a 2 minutos por vía IV y 2 a 5 minutos por vía IM. Duración de acción entre 20 a 60 minutos. Atraviesa la barrera placentaria. Metabolismo hepático por glucuronidación.
 Se elimina por vía renal en forma de metabolitos. Su t1/2 es de 1 – 1,5 h en adultos.

Reversión total o parcial de la depresión del SNC y especialmente la depresión respiratoria causada por opiáceos naturales o sintéticos.

Adultos: 0,1-0,2 mg, incrementándose tras 2 min en 0,1 mg si fuera necesario. Niños: 0,01-0,02 mg/kg.

IV: 0,01 mg/kg si no respuesta deseada, repetir cada 2-3 min. De no ser posible IV utilizar IM.







Hipersensibilidad



Desvanecimiento, dolor de cabeza; taquicardia; hipo e hipertensión; náuseas, vómitos; dolor postoperatorio.







Pseudoefedrina








Alivio local y temporal de la congestión nasal asociada a rinitis, resfriado común y gripe para adultos y adolescentes > 12 años.

La pseudoefedrina se metaboliza de modo incompleto en el hígado.

El comienzo de la acción se evidencia en 30 minutos. Se elimina por vía renal. La velocidad de la excreción aumenta en orina de pH ácido.
La pseudoefedrina tiene unos efectos similares a los de la efedrina, aunque su actividad vasoconstrictora y los efectos centrales son inferiores que los de ésta. 
El agonismo sobre los receptores alfa-1 da lugar a una vasoconstricción de los vasos sanguíneos, incluidos los de la mucosa nasal, disminuyendo el contenido de sangre y la hinchazón de la mucosa, lo que produce un efecto descongestionante de las vías nasales.





Oral adultos y adolescentes > 12 años: 30-60 mg/6 h.

Dosis máxima: 240 mg/día.


Hipersensibilidad a pseudoefedrina o a otros simpaticomiméticos; pacientes con enfermedades  cardiovasculares (enfermedad isquémica cardiaca, taquiarritmia e hipertensión arterial grave); hipertiroidismo; pacientes que estén tomando o hayan tomado IMAO en las 2 semanas precedentes o durante las 2 semanas posteriores a la interrupción de dicho tx. ; niños < 12 años; glaucoma de ángulo cerrado; retención urinaria; historia de hemorragia cerebral o con factores de riesgo que puedan aumentar el riesgo de hemorragia cerebral (como en tx concomitante con vasoconstrictores), embarazo y lactancia.



Síntomas de excitación del SNC incluidos: nerviosismo, inquietud, trastornos del sueño, ansiedad, temblor muscular; distorsión del gusto













Risperidona






Esquizofrenia

Episodios maníacos de moderados a graves asociados a trastorno bipolar.

Tx. a corto plazo (hasta 6 semanas) de la agresión persistente en pacientes con demencia tipo Alzheimer de moderada a grave que no responden a otras medidas no farmacológicas y cuando hay un riesgo de daño para ellos o para los demás.
Después de una dosis, el fármaco se absorbe en su totalidad independientemente de la presencia o no de alimentos, alcanzándose las concentraciones máximas en el plasma en 1-2 horas.
La risperidona y su metabolito principal se distribuyen en la corteza frontal y el cuerpo estriado del cerebro siendo su semivida de permanencia en estos tejidos mayor que la semivida plasmática.
Tiene una semivida plasmática de unas 3 horas mientras que la 9-hidroxi-risperidona tiene una semivida de 2 horas.
Se elimina principalmente por vía renal (90%), siendo excretada solo una pequeña cantidad con las heces.

Antagonista monoaminérgico selectivo, posee alta afinidad por receptores 5-HT2serotoninérgicos y D2 dopaminérgicos.



(por orden de indicación médica)

Adultos: inicial, 2 mg/día (una dosis o en 2), Máx. 16

Adultos
2 mg/día, incrementar en 1 mg/día, si se requiere. Dosis recomendada, 1 a 6 mg/día.

 Adultos: 0,25 mg 2 veces/día; ajustar, si es necesario, con incrementos de 0,25 mg, 2 veces/día, en días alternos.










Hipersensibilidad a risperidona.

Enfermedad cardiovascular, antecedente familiar de prolongación de intervalo QT y uso concomitante con medicamentos que los origine, bradicardia, trastornos electrolíticos (hipopotasemia, hipomagnesemia), antecedente de convulsiones, ancianos, I.R., I.H., pacientes con riesgo de ataque cerebral, hiperprolactinemia preexistente y tumores dependientes de prolactina, situaciones que contribuyan a una elevación de temperatura corporal, factores de riesgo de tromboembolismo venoso.











Sulpirida

Tx de los trastornos depresivos con síntomas psicóticos en combinación con antidepresivos, cuando el tx solo con antidepresivos haya sido ineficaz, y para el tx de otras formas graves de depresión resistentes a los antidepresivos.

Tx de las psicosis agudas y crónicas.





Su biodisponibilidad oral es pequeña (25-35%) y sujeta a variaciones interindividuales. El grado de unión a proteínas plasmáticas es > 40%. No sufre apenas metabolismo, siendo eliminada mayoritariamente con la orina en un 92% en forma inalterada. Su semivida de eliminación es de 7-9 h.

Antagonista específico de receptores dopaminérgicos D2 y D3 .


Oral, Depresión con síntomas psicóticos y vértigos: 150-300 mg/día.

Psicosis agudas y crónicas: 200-1.600 mg/día. 

IM, Psicosis agudas y crónicas: 100-400 mg/día, durante las primeras 2 semanas.

Hipersensibilidad a sulpirida. Tumores prolactina-dependientes concomitantes (prolactinoma de glándula pituitaria y cáncer de mama). Feocromocitoma. Pacientes con prolongación del intervalo QT como síndrome de QT congénito, o situaciones clínicas que supongan un riesgo añadido, tales como: bradicardia clínicamente relevante (<50 lpm), historia de arritmias sintomáticas, cualquier otra enfermedad cardiaca clínicamente relevante.

Riesgo de: arritmias ventriculares graves (p.ej torsade de pointes); accidente cerebrovascular; tromboembolismo; hiperglucemias en diabéticos (monitorizar); convulsiones con epilepsia o antecedentes de crisis convulsivas (monitorizar). Antecedentes de: glaucoma, íleo, estenosis congénita digestiva, retención urinaria o hiperplasia de próstata.





Tramadol







Dolor de moderado a severo.

Después de su administración oral, el fármaco se absorbe rápidamente con una biodisponibilidad inicial del 68% que llega al 100% después de varias dosis.

En los adultos normales, la semivida de eliminación del tramadol y de su metabolito M1 oscila entre las 5 y 7 horas. Tanto el fármaco nativo como sus metabolitos se eliminan principalmente en la orina (90%) apareciendo en las heces tan solo el 10% de la dosis administrada.


Analgésico de acción central, agonista puro no selectivo de los receptores opioides µ, delta y kappa, con mayor afinidad por los µ.



Oral, formas liberación inmediata: inicial, 50-100 mg; mantenimiento, 50-100 mg/6-8 h.

Oral, formas retardadas administradas cada 12 h: 50-200 mg/12 h.

Oral, formas retardadas administradas cada 24 h: inicial, 100-200 mg/24 h-

IM, SC, IV o en infusión: inicial, 100 mg; en la 1 a h, 50-100 mg (dolor moderado) o bien 50 mg cada 10-20 min (dolor severo) sin sobrepasar 250 mg en total; mantenimiento, 50-100 mg/6-8 h.





Hipersensibilidad a tramadol; intoxicación aguda o sobredosis con depresores del SNC (alcohol, hipnóticos, otros analgésicos opiáceos); concomitante con IMAO o que hayan sido tratados durante las 2 semanas anteriores; concomitante con linezolid; alteración hepática o renal grave; epilepsia no controlada adecuadamente con tx; insuficiencia respiratoria grave.


Mareos, cefaleas, confusión, somnolencia, náuseas, vómitos, estreñimiento, sequedad bucal, sudoración, fatiga.









Triazolam


















Insomnio transitorio.
Su biodisponibilidad es del 99-100% con un tiempo empleado en alcanzar la concentración máxima (Tmax) = 2 h). El grado de unión a proteínas plasmáticas es del 80-90%. Sufre hidroxilación hepática, siendo eliminado mayoritariamente con la orina en forma de metabolitos conjugados y menos del 1% en forma inalterada. Su semivida de eliminación es de 1,5-5 h.


Actúa incrementando la actividad del ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor que se encuentra en el cerebro, al facilitar su unión con el receptor GABA-érgico. Posee actividad hipnótica, anticonvulsivante, sedante, relajante muscular y amnésica.

Oral adultos: 0,125-0,25 mg/día antes de acostarse. Ancianos: 0,125-0,25 mg. No sobrepasar 2 semanas.

 Máximo 4 semanas incluyendo retirada gradual.

Comenzar con la dosis más baja recomendada. No exceder dosis máxima.

Hipersensibilidad a triazolam y benzodiazepinas, miastenia gravis, insuficiencia respiratoria grave, s. apnea del sueño, I.H. grave, coadministración con ketoconazol, itraconazol, nefazodona, efavirenz e inhibidores de la proteasa para el tx del VIH.

Somnolencia durante el día, embotamiento afectivo, confusión, fatiga, cefalea, mareo, debilidad muscular, ataxia o diplopia.


Referencias Bibliográficas:

Información consultada el día 13 de octubre de 2018 en los siguientes portales de internet:




viernes, 21 de septiembre de 2018

Patologías Respiratorias


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Diplomado en Aeromedicina y Cuidados Críticos del Paciente 


Quinta Generación





Emergencias Respiratorias
"Patologías Respiratorias"




Profesor Titular:
 Jaime Charfen Hinojosa, BS, NR-P, CCEMT-P, FP-C.

Coordinador Académico:
L.E Ricardo Rangel Chávez.



Alondra Guadalupe Alemán Ríos


Septiembre de 2018




Introducción



Las células humanas sólo pueden sobrevivir si reciben un suministro constante de oxígeno. Cuando las células consumen oxígeno, se produce un gas de desecho: el dióxido de carbono. Si el cuerpo permitiera el aumento de la concentración de CO2, éste afectaría la actividad celular y rompería la homeostasis. Por lo tanto, la principal función del sistema respiratorio consiste en asegurar que el organismo extraiga de la atmósfera suficiente oxígeno y deseche el exceso de dióxido de carbono.
Se llama respiración al proceso de captación de oxígeno y expulsión de dióxido de carbono y abarca cuatro procesos fisiológicos distintos: ventilación pulmonar (respiración), respiración externa (intercambio gaseoso), transporte de gases y respiración interna. Sólo los dos primeros procesos tienen lugar en el sistema respiratorio, y la respiración eficaz también depende de la función plena del sistema cardiovascular. 

Nuestro aparato respiratorio se divide en vías aéreas respiratorias superiores e inferiores. Las segundas están conformadas por el tejido pulmonar y los principales conductos respiratorios. Las estructuras de la parte baja del sistema respiratorio son frágiles y propensas a infecciones; por lo tanto, la principal función de las vías respiratorias superiores es protegerlas. Mientras que la función primordial de las vías respiratorias inferiores es la reoxigenación de la sangre arterial y la expulsión del exceso de dióxido de carbono.

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Sabemos que gozar de manera aparente de una buena salud no asegura que estemos excluídos de condiciones que nos pongan al limite de la vida en cuestión de minutos o segundos como puede suceder en nuestro sistema respiratorio; de manera analógica podemos ver a las vías aéreas como carreteras libres que, siempre y cuando no obstruyan su paso vehículos de mayor tamaño, el flujo normal vehicular en ellas continuará sin problema alguno. Pero al igual que en la carretera y las vías aéreas, hay agentes externos que nos afectarán de manera proporcional, llámese: accidentes (traumatismo), contaminación (inhalación de sustancias tóxicas que pueden llevar a asma), exposición a humo de tabaco (fumador activo y pasivo), alimentos y bebidas (aspiración y broncoaspiración), por mencionar algunos.
Y así como hay agentes externos, los hay internos, que van desde una mala condición en nuestro sistema o maquinaria (de forma congénita/hereditaria), o la combinación de falla en dos sistemas (cardiovascular y respiratorio), que de a poco atrofiarán el correcto funcionamiento en nuestro organismo.

Dichas afecciones se presentarán de manera súbita o paulatina, dependiendo de la condición del paciente. Sabemos que los accidentes que engloban trauma, aspiración y asfixia, por ejemplo, muchas de las veces suceden de manera esporádica y otras tantas por la indebida atención y cuidado en el momento que ocurren. 
Por otro lado, enfermedades como: EPOC, embolia pulmonar, neumonía, cáncer incluso, se desarrollan en conjunto con agentes patógenos e infecciones, así como con la participación propia cuando se abusa de sustancias nocivas para la salud como el tabaco. 

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Desarrollo

Reacciones Anafilácticas

La anafilaxis es una forma sistémica extrema de una reacción alérgica que involucra dos o más sistemas. Aunque el sistema inmune es esencial para la vida y la salud, a veces expresa un celo excesivo al defender el cuerpo. Los problemas resultantes varían en gravedad, desde una fiebre de heno hasta anafilaxis, y existen a lo largo del espectro desde una simple molestia hasta una crisis que pone en riesgo la vida. Durante las reacciones anafilácticas, el sistema inmune se vuelve hipersensible a una o más sustancias. Las células inmunológicas de una persona alérgica son más sensibles que las de alguien sin alergia. Aunque estas células son capaces de reconocer y reaccionar ante los invasores peligrosos como las bacterias y virus, también identifican como amenazas a las sustancias inofensivas. 


- Epidemiología:  

Su prevalencia es diferente (3.2 a 7.6 casos por 100,000 habitantes al año) según los hábitos de la región y población estudiada. La anafilaxia secundaria a la ingestión de alimentos es responsable del 30 a 50% de los casos (Guillén, Mendoza, Rosas, 2006). 

- Etiología: 

Entre los agente con mayor incidencia de anafilaxia se encuentran, los fármacos/medicamentos (antibióticos betalactámicos, tetraciclinas, cloranfenicol, estreptomicina, vancomicina, sulfamidas, etc), alimentos (huevo, almejas, mariscos, chocolate, frutos secos, fresas, etc), venenos de himenópteros (abeja, avispa, hormigas), proteínas humanas (insulina humana, proteínas séricas), látex, alteración del metabolismo por ácido araquidónico (AAS y AINES) (Boscá, García, López, SF).

- Fisiopatología: 

Cuando entra una sustancia invasora al cuerpo, las células mastocitos la reconocen como potencialmente dañina y empiezan a liberar mediadores químicos. La histamina, una de las armas químicas primarias, provoca que los vasos sanguíneos de un área específica se dilaten y que los capilares filtren. Los leucotrienos, los cuales son incluso más poderosos, se liberan y provocan una dilatación y filtración adicionales. Los glóbulos blancos son llamados al área para ayudar a engullir y destruir al enemigo, y las plaquetas empiezan a juntarse y agruparse. En la mayoría de los casos, esta reacción excesiva a invasores inofensivos se restringe al área invadida. El escurrimiento y picazón nasales, así como los ojos hinchados asociados a la fiebre de heno, son ejemplos de una reacción alérgica local. 

Sin embargo, en el caso de la anafilaxis, se liberan los mediadores químicos y el efecto involucra más de un sistema a lo largo del cuerpo. El efecto inicial se ve por la liberación de histamina, lo que provoca problemas de la piel (urticaria) e hipotensión.
Respuestas posteriores a partir de los leucotrienos mucho más potentes agravan los efectos de la histamina. El estado respiratorio del paciente se deteriorará mientras se liberan los altamente potentes broncoconstrictores.

- Signos y síntomas:

Los pacientes presentan síntomas del SNC en respuesta a una disminución en la perfusión cerebral e hipoxia. Estos síntomas incluyen: dolor de cabeza, mareo, confusión y ansiedad. las quejas más comunes son por lo regular los síntomas respiratorios, los cuales presentan una falta de aliento o disnea y estrechez en la garganta y el pecho. Se pueden observar también estridor y/o ronquera.
Estos signos y síntomas se deben a la inflamación de la vía aérea superior en las áreas laríngea y epiglótica. Los pacientes afectados pueden informar sentir "un bulto en la garganta". Con frecuencia se involucra también la vía aérea inferior. La broncoconstricción y el incremento de las secreciones dan como resultado silbidos y crujidos.
No es raro para el paciente toser o estornudar mientras el cuerpo trata de aclarar la vía aérea. Estos síntomas progresan de manera lenta o alarmantemente rápida. Quizá sólo tengo de uno a tres minutos para corregir/detener este rápido proceso que pone en riesgo la vida.




- Diagnóstico diferencial:

La determinación de un diagnóstico diferencial en un paciente que presenta una reacción anafiláctica constituye un gran desafío. Quizá tenga que evaluar al paciente, identificar el problema e intervenir de manera simultánea a los pocos segundos de llegar a la escena para contrarrestar lo sucedido; la sospecha de anafilaxis debe estar al principio de la lista de sospechas si alguno de los síntomas antes analizados está presente. 
  • Evaluación de la escena... Escena segura.
  • Evaluación inicial... Impresión general (AVDI) , ABC, transporte.
  • Historial y examen físico enfocado... SAMPLE, examen físico enfocado, signos vitales iniciales, intervenciones.
  • Examen físico detallado.
  • Evaluación continua.  
  • Documentación y transporte.

- Tratamiento: 

Los pacientes que tienen reacciones alérgicas se dividen en dos grupos para su manejo. El primero incluye a quienes tienen signos de reacción alérgica, por ejemplo: urticaria, pero sin insuficiencia respiratoria por disnea. El medicamento de elección es la difenhidramina (Benadryl). Continúe monitoreando los cambios en la condición del paciente, aunque la mayoría de este grupo se recupera sin mayores problemas. 

El segundo grupo incluye a los pacientes con signos de reacción alérgica y disnea. Estos requieren oxígeno a altos flujos (15 lts/min) y colocación del paciente en posición de trípode, evalúa profundidad y frecuencia del ciclo respiratorio; epinefrina por lo general inyectará 0.3 a 0.5 mL 1:1000 a un adulto que pese más de 50 kg por vía IM o subcutánea  con intervalos de 5 a 15 minutos, según se requiera. Por lo general no se administran más de dos inyecciones. La dosis para niños varían dentro de un intervalo de 0.1 a 0.3 mL, de acuerdo con el peso del paciente (Pollak N. Andrew, 2011); antihistamínicos. 

Siempre que esté presente la disnea con signos de una reacción alérgica debe administrarse la epinefrina y observar al paciente por el desarrollo de anafilaxis. 

También puede utilizar : (sólo si su SMU lo autoriza)

* Autoinyector (EpiPen): El sistema adulto administra 0.3 mg de epinefrina a través de un sistema automático de aguja y jeringa; el sistema para lactantes y niños administra 0.15 mg. 

1.- Retire la tapa de seguridad del inyector, y limpie rápidamente el muslo con antiséptico.
2.- Coloque la punta del autoinyector contra la parte lateral del muslo. 
3.- Empuje el autoinyector con firmeza contra el muslo, y sosténgalo en el sitio hasta que se haya inyectado todo el medicamento (10 segundos). 

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* AnaKit (Picadura de abeja): realiza las mismas preparaciones que con autoinyector.

1.- Prepare el sitio de inyección con antiséptico, y retire la cubierta de la aguja.
2.- Sostenga la jeringa erecta y use con cuidado el émbolo para eliminar el aire.
3.- Gire el émbolo un cuarto de vuelta.
4.- Inserte con rapidez la aguja en el músculo.
5.- Sostenga la jeringa con firmeza y empuje el émbolo hasta que se detenga.
6.- Haga que el paciente mastique y degluta las tabletas de antihistamínicos que proporciona el equipo.
7.- Si está disponible, aplíque una compresa fría en el sitio de la picadura (Pollak N. Andrew, 2011).

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El apoyo psicológico es un componente crucial del tratamiento. La anafilaxis progresa rápidamente y tiene el potencial de ser un evento que pone en riesgo la vida. Los pacientes y sus respectivas familia necesitarán  la reconfirmación conforme lleva a cabo las intervenciones necesarias ( National Association of Emergency Medical Technicians, 2017).




Asma 


Las National Heart, Lung and Blood Intitute's Experts Panel Report 3 (NHLBI EPR 3): Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma, definen al asma como: un trastorno inflamatorio crónico de las vías respiratorias. Los aspectos inmunitarios del asma incluyen la cascada de neutrófilos, eosinófilos, linfocitos y mastocitos causan la lesión epitelial (Grossman Sheila, Carol Mattson Porth, 2014).

- Epidemiología:

En Estados Unidos, la prevalencia del asma se incrementó un 7.3% en 2001 a 8.4% en 2010, cuando 25.7 millones de personas tuvieron asma. Durante el periodo de 2008 a 2010, la prevalencia del asma fue mucho más alta en los niños que en los adultos y entre personas de origen multirracial, de raza negra, indígenas americanos y nativos de Alaska que en raza blanca (National Association of Emergency Medical Technicians, 2017).

Mientras tanto en México, según un artículo de salud de mayo de 2016, existe un 7% de la población que padece asma, donde el 80% de adultos que tienen esta enfermedad manifestaron síntomas desde los primeros cinco años de vida. La doctora María del Carmen Cano Salas, adscrita al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) afirmó que resulta fundamental que el paciente no interrumpa los cuidados médicos ni los altere, por que eso provoca crisis asmáticas que requieren hospitalización (Secretaría de Salud, 2016). 

- Etiología:

La gravedad del asma está determinada por diversos factores que incluyen: genética, edad de inicio, exposición a contaminación, atopia, grado de exposición a activadores, activadores ambientales como: humo de tabaco y ácaros, y presencia de enfermedad por reflujo gastroesofágico o infecciones respiratorias. El reflujo durante el sueño también puede contribuir al asma nocturna. 
El común denominador subyacente del asma es la hipersensibilidad exagerada a diversos estímulos. 

- Fisiopatología: 

El asma es una inflamación crónica de los bronquios con la constricción del músculo liso bronquial, cuyo resultado es bronquios estrechos y la sibilancia asociada. Las vías aéreas se vuelven muy sensibles a los alérgenos, virus y otros irritantes ambientales inhalados, incluso los olores fuertes precipitan un episodio. Esta sensibilidad excesiva es responsable del componente reactivo de las vías respiratorias de la enfermedad. 

La inflamación está en el centro de los síntomas del asma, como la disnea, la sibilancia y la tos. El cuerpo responde al broncoespasmo persistente con edema bronquial y secreciones mucosas continuas que provocan el taponamiento bronquial y atelectasis. 

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- Signos y síntomas: 

Los pacientes con asma están conscientes de sus síntomas, incluso si se consideran clínicamente moderados. Los síntomas tempranos del asma incluyen alguna combinación de los siguientes:
  • Sibilancia
  • Disnea
  • Estrechamiento del pecho
  • Signos de rinorrea, faringitis, ronquera, tos.
  • Opresión en el pecho, malestar o dolor. 
Inicialmente el paciente hiperventila, lo que provoca un descenso en los niveles de CO2 (alcalosis respiratoria). Conforme las vías aéreas continúan estrechándose, una exhalación completa se vuelve cada vez más difícil, de modo que queda atrapado el aire y los niveles de CO2 empiezan a incrementarse. Los pulmones se inflan en exceso y se hacen rígidos, incrementando así el trabajo de respirar. Ocurre la: taquipnea, taquicardia y pulso paradójico, con una agitación. Se verán pocas retracciones. La saturación de oxígeno deberá estar cerca de lo normal. 

Los pacientes con moderadas exacerbaciones mostrarán un incremento en la taquicardia y la taquipnea, con in incremento en la sibilancia y una disminución en el movimiento de aire. La saturación de oxígeno pudiera caer, sin embargo debe restaurarse con oxígeno suplementario. Se observarán retracciones y el grado y tipos se incrementarán con la severidad del episodio. El reclutamiento de más conjuntos de músculos (por ej. intercostales, subcostales) indica que la condición empeora. 

Los siguientes factores indican la probabilidad de que un paciente presente una exacerbación severa de asma:
  • Saturación menor o igual a 92%
  • Taquipnea
  • Hospitalización reciente 
  • Cualquier historia de intubación por asma
  • Flujos pico menores a 60% de los valores pronosticados
  • Uso y retracción de músculo accesorio
  • Duración de los síntomas mayor a dos días. 
  • Historia de uso frecuente de corticoesteroides. 
  • Administración reciente de teofilina.

- Diagnóstico diferencial:

Cuando elabore el historial clínico, la aparición de la sibilancia no es suficiente para hacer un diagnóstico de asma. Podrá confundirse con neumonía bacterial o con infecciones atípicas, de basarse sólo por sibilancias, pues las anteriores también la causan.
A menudo el EPOC  tiene al menos algunos componentes del asma; sin embargo, también posee características de la bronquitis y enfisema. ¿Qué distingue  el asma del EPOC? : el proceso reactivo de las vías aéreas en el asma, a diferencia del EPOC, es ampliamente reversible.

  • Evaluación de la escena... Escena segura.
  • Evaluación inicial... Impresión general (AVDI) , ABC, transporte.
  • Historial y examen físico enfocado... SAMPLE, examen físico enfocado, signos vitales iniciales, intervenciones.
  • Examen físico detallado.
  • Evaluación continua.  
  • Documentación y transporte.

- Tratamiento:

  • Administre oxígeno a alto flujo 15 lts/min con mascarilla no recirculante. Y permita que el paciente permanezca sentado en posición erecta.
  • Succione grandes cantidades de moco con ayudar del aspirador.
  • Ayude al paciente a autoadministrarse un inhalador de dosis medidas.
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La terapia deberá escalarse a la severidad de la exacerbación. El tratamiento de primera línea para pacientes con sibilancia activa incluye inhalación de beta-agonista como el albuterol y levalbuterol. los beta-agonistas que se usan de manera temprana y agresiva en el curso de la enfermedad reducen la posibilidad de hospitalización. Se administra 2.5 a 5 mg de albuterol cada 20 minutos en tres dosis o de manera continua, seguido de 2.5  a 10 mg cada 1 a 4 horas según se necesite. La dosis pediátrica  es de 0.15 mg/kg (con una dosis mínima de 2.5 mg) cada 20 minutos, seguida de 0.15 mg a 0.3 mg/kg  cada 1 a 4 horas como lo indica la condición clínica del paciente, hasta 10 mg.

De manera ocasional se administra 0.5 mg de ipratropio, ya que tiene un gran efecto en pacientes con EPOC coexistente o historial de uso de tabaco. El Ipratropio se administra cada 20 minutos entres dosis  y luego como se indique.

Los corticoesteroides vía IV ayudan a disminuir la respuesta inflamatoria, reduciendo el edema que estrecha los pasajes de los bronquios. En adultos se administran 40 a 125 mg de metilprednisolona o 2 mg/kg por IV en pacientes pediátricos. En adultos se puede administrar 60 mg de triamcinolona IM. Y en niños mayores de 6 años administre 0.03 a 0.3 mg/kg IM. 

Los proveedores del SEM pueden iniciar el tratamiento corticoesteroide en lugar de esperar hasta que el paciente llegue a sala de urgencias, a fin de que el medicamento empiece a hacer efecto tan rápido como sea posible (National Association of Emergency Medical Technicians, 2017).



Neumotórax a Tensión


Es la acumulación de aire o gas en la cavidad pleural, que aumenta progresivamente la presión del tórax, con resultados potencialmente mortales. 


- Epidemiología: 

La incidencia de esta patología es muy variante, dado que las series no son homogéneas, y en México no tenemos una estadística confiable para precisar correctamente la incidencia de este evento. Se estima que es Estados Unidos se presentan 20, 000 neumotórax por años, con un costo aproximado de 130, 000 000 de dólares (Basavilvazo, Jiménez, Ledezma, Rodríguez, Váldez, 2010).


- Etiología: 

El neumotórax a tensión ocurre cuando la presión intrapleural excede la presión atmosférica. Es una afección que pone en riesgo la vida y tiene lugar cuando una lesión al tórax o estructuras respiratorias permite  que el aire entre al espacio pleural pero no que salga de él. Esto ocasiona un rápido incremento de la presión intratorácica que causa atelectasia por compresión del pulmón no afectado, desplazamiento del mediastino hacia el lado opuesto del tórax y compresión de la vena cava, que reduce el retorno venoso al corazón y el gasto cardíaco.


- Fisiopatología: 

Las estructuras del espacio mediastínico se desplazan hacia el lado opuesto.del tórax. Cuando esto ocurre, la posición de la tráquea, que normalmente se localiza en la línea media del cuello, se desvía con el mediastino. La posición de la tráquea puede utilizarse como un medio para valorar el desplazamiento mediastínico. Debido al incremento de la presión intratorácica, el volumen sistólico se afecta a tal grado que el gasto cardíaco se reduce a pesar de que la frecuencia cardíaca aumenta (Grossman Sheila, Carol Mattson Porth, 2014).

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- Signos y síntomas:
  • Abrasiones/hematomas en la pared externa del pecho
  • Dolor torácico
  • Dificultad respiratoria
  • Taquicardia
  • Enfisema subcutáneo
  • Ausencia de ruidos respiratorios en el hemitórax afectado
  • Desviación traqueal en sentido contralateral a la lesión 
  • Distensión de venas yugulares
  • Hipotensión
  • Cianosis
          (García Cuellar Adiel, 2017)

- Diagnóstico diferencial:

Importante saber que no es lo mismo neumotórax espontáneo que neumotórax a tensión; en el primero ocurre con mayor frecuencia en pacientes con EPOC de edades entre 60 a 65. Mientras que el segundo en su mayoría ocurre debido a heridas penetrantes o contusas. 

  • Evaluación de la escena... Escena segura.
  • Evaluación inicial... Impresión general (AVDI) , ABC, transporte.
  • Historial y examen físico enfocado... SAMPLE, examen físico enfocado, signos vitales iniciales, intervenciones.
  • Examen físico detallado.
  • Evaluación contínua.
  • Documentación y transporte.

- Tratamiento: 

El neumotórax a tensión es una amenaza para la vida y se debe tratar en cuanto se identifique. 

Administre oxígeno suplementario a altas concentraciones con mascarilla no recirculante a 15 lts/min para prevenir el riesgo de hipoxia y realice una descompresión torácica que debe ocurrir en el lado donde se detecta la ausencia de los sonidos respiratorios.

Los sitios donde se debe realizar la descompresión: se ubica la línea media clavicular en el segundo o tercer espacio intercostal por arriba de la costilla o el quinto espacio intercostal ubicando la línea axilar media. 
Se deben utilizar técnicas asépticas para realizar el procedimiento de descompresión.  

Para un adulto, use una aguja o cánula de calibre de calibre 14, de por lo menos 8 cm de largo. 
1.- Inserte la aguja/cánula completamente, por arriba de la parte superior de la costilla para evitar lesionar los nervios y vasos sanguíneos que pasan por debajo de cada una de las costillas. 
2.- Retire la aguja, dejando el catéter en el sitio, dejando la abertura del catéter hacia la atmósfera.
3.- Se puede colocar una válvula comercial de una sola vía hacia la parte superior del catéter.

El paciente debe sentir alivio y su respiración será más fácil y sin tanto esfuerzo (García Cuellar Adiel, 2017).




Conclusiones

Ante la cantidad de patologías respiratorias es de suma importancia realizar un adecuado y correcto diagnóstico diferencial para brindarle a nuestro paciente, la atención y cuidado apto para lo que su condición demanda. 

En especial estas tres patologías podemos atenderlas en el medio prehospitalario desempeñando un papel importante en cuanto a administración de medicamentos y realizando algunas técnicas invasivas, que marcarán la diferencia en el paciente. Cabe recalcar y señalar que la técnica y práctica debe ser puesta en acción para ejecutarla con ética y responsabilidad cuando se necesite.

Como lo mencioné al principio del trabajo, algunas enfermedades o condiciones suceden de manera súbita y sin avisar (por lo que es vital activar correctamente el sistema de emergencias para acudir a la escena lo más pronto posible; aunque no estaría de más enseñar a la población a actuar en casos donde cualquier civil pudiese actuar antes de que llegue el SMU por ej: en caso de alguna asfixia).
Así mismo ocurren aquellas que tienen que ver con la exposición a agentes tóxicos o al abuso de agentes nocivos para la salud como el tabaco, y aquí en mi opinión personal creo que ya dependerá de cada uno valorar su cuerpo y vida, para no llevarla a un padecimiento de mayor complicación. 

Referencias Bibliográficas

1.- Basavilvazo, Jiménez, Ledezma, Rodríguez, Váldez, (2010). Diagnóstico y Tratamiento del Neumotórax Espontáneo. México.
Recuperado en: http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/431_GPC__Neumotorax_espontaneo/GER_Neumotxrax_espontaneo.pdf

2.- Boscá Crespo Antonio R, García Arias Carlota, López Sánchez Francisco José (SF). Anafilaxia, Universidad de Málaga. Páginas: 6, 7. España.

3.- García Cuellar Adiel, (2017). Curso ETLS Evaluación y manejo de trauma. Primera edición. Matamoros, Tamaulipas. Páginas: 160, 161, 162. Publicaciones EMS.

4.-  Guillén Escalón J.E., Mendoza Magaña M.J.E., Rosas Vargas M.A., (2007). Revista Alergia México. Páginas: 34 a 40.
Recuperado en: https://biblat.unam.mx/es/revista/revista-alergia-mexico/articulo/anafilaxia-y-choque-anafilactico

5.-  Grossman Sheila, Mattson Porth Carol, (2014). Porth Fisiopatología. Alteraciones de la salud. Conceptos básicos. Novena edición. Páginas: 966, 969. España, Edición en español.

6.- National Association of Emergency Medical Technicians, (2017). AMLS Soporte Vital Médico Avanzado, Un abordaje basado en la evaluación. Segunda edición. Páginas: 77, 78, 83, 84, 89, 90, 91.  Estados Unidos de América. Editorial Jones & Bartlett Learning. 

7.- Pollak N. Andrew, (2011). Los Cuidados de Urgencias y el Transporte de los enfermos y los heridos. Novena edición. Páginas: 393, 507, 513, 792. Estados Unidos de América. Editorial Jones & Bartlett Learning. 

8.- Secretaría de Salud, (2016). Siete por ciento de la población en México padece asma. México. Recuperado en: https://www.gob.mx/salud/prensa/siete-por-ciento-de-la-poblacion-en-mexico-padece-asma















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